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viernes, 22 de junio de 2012


Por error de maniobra se habría desplomado ascensor de Minerven


Maiker Calzadilla no sabe cómo sobrevivió. Era el trabajador más joven de los siete montados en el skip del pozo 1 de la mina Sosa Méndez de CVG Minerven. El único que quedó consciente, luego de que el ascensor -tipo jaula- en el que aspiraban ascender a la superficie descendiera y se sumergiera ocho metros aproximadamente en el foso inundado de la mina.
“No tiene idea de cómo salió del fondo de la mina”, cuentan sus familiares. Sólo sabe que ayudó a todos sus compañeros y les dio respiración boca a boca.
Calzadilla, quien vivía en el sector Buen Retiro, en San Félix, antes de mudarse a El Callao para trabajar en la estatal, sufrió aporreos y por el accidente un fuerte dolor de espalda que, sin embargo, le permitió ser trasladado por tierra hasta Puerto Ordaz, junto a otros de los trabajadores heridos en el accidente laboral.
La compañía aurífera informó que el accidente, que ocasionó la muerte de dos trabajadores, ocurrió a las 12:45 del mediodía. Los empleados se encontraban en el nivel -60 a 275 metros de profundidad en el pozo 1 de la mina, realizando labores de mantenimiento.
“Después de haber iniciado el ascenso en la izadora se presentó un imprevisto que ocasionó el desplazamiento del skip hacia el fondo del pozo, introduciendo la jaula ocho metros aproximadamente en el sumidero principal del vertical, que sirve como colector de agua generada de la filtración natural de la mina subterránea”.
De acuerdo con la empresa, adscrita al Ministerio de Petróleo y Minería, se procedió a “normalizar el sistema” generando la evacuación a superficie de los trabajadores que se encontraban dentro de la jaula, “a quienes se les prestó de manera inmediata los primeros auxilios y se trasladaron al servicio médico de la estatal aurífera”.
De los siete trabajadores en el skip, César Julio Hernández (de 46 años), supervisor de mantenimiento, fue el más lesionado y murió poco después de ingresar al Hospital Doctor Juan Germán Roscio de El Callao.
El resto de los heridos -Silvio Galindo, de 40 años, maestro mecánico; Geovanny Bianchetto, de 45 años, ayudante mecánico; Adalberto Peña, 33 años, ayudante general de mantenimiento; Maiker Calzadilla, de 29 años, electromecánico II; Jesús Martínez, de 53, supervisor de mantenimiento diesel; y Kervis Martínez, de 39 años, ayudante general de mantenimiento diesel- fue trasladado a Puerto Ordaz, cuatro por aire en un helicóptero militar, y dos por tierra.
Kervis Martínez murió poco después de ingresar al centro asistencial, debido a sus lesiones.
Los cinco sobrevivientes estaban estables en horas de la tarde. Un familiar de Galindo indicó que el trabajador no quería hablar del incidente y se tenía previsto hacerle un tratamiento en el estómago, debido al consumo de agua durante la caída al sumidero.
El “imprevisto” que provocó que el ascensor se sumergiera ocho metros en el sumidero de agua no fue revelado por la empresa, pues funcionarios aseguran que el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) será el ente encargado de determinar las causas y responsabilidad del caso.
Error de maniobra
Sin embargo, varios empleados señalaron que el accidente se debió a un error de maniobra por parte del operador del ascensor. Aseguran que los trabajadores activaron la señal de ascenso, pero el skip descendió.
El secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria Minera y del Oro (Sinmioro), Elby Soto, informó que recientemente la estatal hizo unos trabajos en el área, y dejaron una guaya más larga de lo debido.
Posteriormente retiraron el sensor de seguridad, lo que impidió que se activara el freno de la izadora, acotó Soto.
“En las minas existen problemas de bombeo, de ventilación, las escaleras están en mal estado y todo esto ocurre por falta de inversión”, indicó un trabajador, que prefirió no identificarse.
Los empleados exigieron una inspección exhaustiva de las minas Caratal y Sosa Méndez y la conformación de una comisión de funcionarios del Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales (Inpsasel) para determinar las situaciones de riesgo en la industria.
“Los equipos se encuentran en un avanzado deterioro al igual que las estructuras del recuadre que forman parte de los pozos. Los mineros trabajan con lo poco que el Estado provee”, indican.
De brazos caídos
Tras el accidente, los trabajadores se declararon de brazos caídos y decidieron paralizar las operaciones hasta que se realice una inspección total y se garantice la seguridad de la masa laboral.
El secretario general de Sinmioro destacó que hace un mes y medio habían plasmado en un informe, entregado a la directiva de la empresa, el deterioro de los ascensores de las minas “y no se hizo nada”.
“Parece que a veces las cosas tienen que suceder para que se tome en cuenta al sindicato”, dijo.
Durante la semana pasada, la mina Colombia -de 600 metros de profundidad- estuvo paralizada durante un turno y medio por el deterioro de los equipos.
“Esta planta no se mueve más hasta que no hagan una inspección exhaustiva y acomoden los equipos”, añadió Soto.
Al cierre de esta edición, familiares de Maikel Calzadilla denunciaron que la compañía no quería cubrir sus gastos médicos, pues estaba en buenas condiciones físicas aparentemente. Sin embargo, alrededor de las 11:00 de la noche el joven fue ubicado en una habitación de la clínica para su recuperación.
Deficiencias reconocidas
Las deficiencias operativas son uno de los puntos reconocidos por la industria en la memoria y cuenta 2011.
Sistema de bombeo 
El año pasado el sistema de bombeo de las plantas presentó una eficiencia por debajo de 50%, “debido a la carencia de rodamientos, poleas, correas e impulsores afectando todo el proceso productivo”. Trabajadores aseguran que el elevado nivel de agua en el foso de la mina puede deberse a un deficiente bombeo.
Carencia de insumos
Minerven sostuvo que en 2011 la producción se vio afectada de manera general por la carencia de insumos en stock como aceros de perforación, repuestos en general de equipos diesel, equipos de protección personal, cable de disparo, explosivos, lámparas, “así como fallas en el suministro de servicios principales: energía eléctrica, aire comprimido, ventilación, agua, comunicación y bombeo”.
Problemas de perforación
Además del bajo procesamiento de oro, las exploraciones y perforaciones se vieron afectadas, debido a “la inoperatividad de máquinas manuales, equipos de perforación electro hidráulica y el jumbo, por la falta de aceros de perforación y repuestos”, reitera el documento oficial.
La Patilla 

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